De acuerdo a información del titular de la Comisión Estatal de Agua y Gestión de Cuencas, Germán Tena, tan sólo el 43.12% de las aguas residuales son tratadas en Michoacán, de las 61 plantas construidas sólo están en función 44. Esta situación ha generado diversas repercusiones ambientales al menos en la región de Zamora, ya que desde la cañada de los once pueblos, donde nace el Río Duero no se cuenta con una planta de tratamiento, los municipios de Chilchota, Tangancícuaro y Jacona son los principales contaminantes del afluente, sin embargo al momento no existe algún proyecto para minimizar el foco de contaminación, situación que podría afectar la exportación de frutillas al extranjero.