La desaparición de los programas federales de apoyo al campo, ha dejado la deriva a los pequeños productores michoacanos, quienes se ven obligados a solicitar financiamientos con tasas de interés sumamente altas, ya sea en instituciones bancarias o con particulares, poniendo en riesgo su patrimonio. Consideran importante que los diferentes órdenes de gobierno, pongan en marcha programas de créditos blandos, que les permitan incrementar el rendimiento de sus cultivos a corto y mediano plazo.