El uso excesivo de plaguicidas, provoca efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas. La agricultura es la actividad que más emplea este tipo de compuestos. Los plaguicidas generan al agua potable olores y sabores desagradables.
"Se ha descubierto que los químicos son cancerígenos la gran mayoría y tanto para el aplicador, como los que consumimos".
Pese a la prohibición de los plaguicidas organoclorados, se han identificado contaminantes en las tierras de cultivo.
"Estas sustancias permanecen en el ambiente entre 20 y 30 años entonces su toxicidad sigue estando presente en el día a día de los trabajadores agrícolas y en el día a día de los consumidores".
Las sustancias organocloradas generan afectaciones a la salud de los jornaleros agrícolas con neurotoxicidad e inmunotoxicidad. Además del daño al medio ambiente.
"Los suelos están contaminados, en el mismo suelo se van depositando estas sustancias lo van haciendo estéril, van modificando su estructura natural".
Para revertir el daño al medio ambiente, se recomienda implementar labores de agricultura sustentable que contribuyan a eliminar los restos de insecticidas tóxicos.