El uso de vapeadores no es menos dañino que el cigarro tradicional, ya que la mayoría de estos dispositivos contienen nicotina y otras sustancias cancerígenas, provocando inflamación pulmonar y riesgos importantes para la salud. La falta de información ha hecho creer a los adolescentes y jóvenes que los cigarros electrónicos son inofensivos e incluso, un auxiliar para dejar de fumar, teoría que desmienten los especialistas.